Carta de Enero 2020

Pd. Ricardo Londoño Dominguez

Muy queridos equipistas:

Escuchamos desde diversos espacios y medios la invitación a convertirnos en una Iglesia “en salida”. Aún más, los Equipos de Nuestra Señora, quieren compartir esta invitación eclesial y ser también, “Equipos en salida”. Es importante que podamos plantearnos lo que esto significa.

Hay varias maneras de “salir”.

Podemos pensar en una salida “hacia dentro” de nosotros mismos. El mundo de las comunicaciones instantáneas y de los medios y tecnologías contemporáneos de comunicación, nos hacen perder, con frecuencia, la mirada hacia nuestra propia interioridad. Y, entonces, una salida, puede ser la de adentrarnos en nosotros para bucear en búsqueda de lo más esencial. Salir hacia adentro, que pareciera contradictorio, es la posibilidad de reconocernos como verdaderamente somos y, desde allí, pensar en la actividad exterior.

Igualmente, está la salida hacia afuera. Es la capacidad de reconocer todo lo que acontece más allá de nuestras fronteras. Es aprender a perder la autorreferencialidad para reconocer todo lo bueno y santo que se encuentra afuera. Es poder entrar en verdadero diálogo con el mundo contemporáneo y sus sensibilidades, criterios, valores y miradas, para que en una escucha activa nos dejemos interpelar y tocar por lo que acontece a nuestro alrededor y que no pertenece a nuestro ámbito cerrado.

Estar “en salida” ha de ser la disposición misionera que caracteriza a un discípulo del Señor Jesús. Es permitir que los dolores y sufrimientos, las necesidades y angustias de nuestros hermanos, conocidos y desconocidos, adquieran para nosotros un sentido que despierte la misericordia compasiva, la solidaridad y la posibilidad de ofrecer respuestas concretas desde nuestra fe en Jesús y nuestra pertenencia a la Iglesia en el Movimiento.

Vivir atentos y “en salida” es no cerrarnos en nuestras convicciones y prejuicios para impedir que algo nuevo pueda aparecer. Es dejar de creernos los poseedores de la verdad absoluta que impide que muchos valores externos puedan enseñarnos nuevos caminos y aperturas. Es saber que el encerramiento en la tradición, la costumbre y el “siempre se ha hecho así”, trae la posibilidad de oxidación de la vida. Cerrar puertas y ventanas es producir estancamiento y herrumbre; abrirlas, puede traer un poco de polvo, pero éste es limpiado fácilmente.  El moho, muy difícilmente se elimina.

Estar “en salida” es aprender a mirar de otra manera. Es poder tener otro punto de vista.

Quiero proponer a los equipistas que, por unos minutos, miremos hoy el mundo desde otra perspectiva y saquemos algunas conclusiones:

Al terminar este año 2019, mi cariñoso saludo a todos y a cada uno de los equipistas, quiere ser invitación a dejar entrar el aire nuevo que permite respirar con confianza y salud. Que sea el Señor Jesús, el Cristo Liberador, quien guíe nuestro caminar. Un fraternal abrazo.

P. Ricardo Londono Dominguez,
Consiliario espiritual


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Por Mariola & Elizeu Calsing