Un novedad para 2017

Un comentario mensual del Padre Farías sobre «La Alegria de vivir».

Con la publicación de Amoris Laetitia, la  marcha sinodial emprendida por el  Papa Francisco ha entrado en una etapa decisiva, pero el camino no ha terminado y debemos continuar con el acompañamiento y la evangelización de las familias.
Es en ese espíritu que el Padre Jacinto ha decidido guiarnos cada mes sobre el camino sinodial para ayudarnos a discernir sobre este texto.

 

LA ALEGRIA E O JÚBILO DA IGREJA

Dos documentos del Papa Francisco tienen un valor programático y además tienen en común el llamado a la alegría : es el caso de « la alegría del Evangelio » (2013) y « la alegría del amor » (2016). En verdad, podemos decir que el uno y el otro tienen e mismo tema, porque si el Evangelio es motivo de alegría,  el amor humano y cristiano, es verdadero solamente si se vive a la luz del Evangelio , que es la historia del amor de Dios que se revela en Cristo y en el don del Espíritu Santo, un amor que va hasta entregarse totalmente y entregarse hasta morir de amor : « El que ha amado a los suyos que se encuentran en el mundo, los ama hasta el extremo » (Jn 13,1).
Ahora me propongo a comenzar una serie de meditaciones sobre Amoris laetitia, la alegríai del amor, . Se trata de una simple contribución para ayudar a las parejas a entrar en el espíritu con el cual el Santo Padre escribió esta exhortación, haciéndose eco y portador de la palabra de las recomendaciones formuladas en el curso de los dos sínodos de obispos sobre los retos pastorales de las familias en el contexto de la nueva evangelización, realizados en Roma en octubre de 2014 y 2015.
La preocupación del Santo Padre e estimular y ayudar a las familias « en su compromiso así como en sus dificultades »  (Amoris laetitia, 4), de tal forma que puedan ser « « sólidas y fecundas según el plan de Dios ».  (Amoris laetitia, 6).

No podemos olvidar ni la belleza ni la grandeza de las familias cristianas que viven la alegría del amor , en medio de las pruebas y dificultades que el camino del amor implica. Todos sabemos que lo más bello que hay en la vida es sentirnos acogidos,  respetados, estimados y poder responder a ello de la misma forma. Nunca podremos resaltar suficientemente la clásica definición de la amistad , que consiste en querer el bien del otro por lo que él es y no por lo que nos puede dar. Esta gratuidad de la amistad es la causa de la alegría en las familias e igualmente de la alegría de la iglesia. Como bien lo ha escrito el Papa Francisco : las familias « no son un problema, sino una oportunidad ».  (Amoris laetitia, 7). Es de la Iglesia, es de la humanidad, y depende de la solicitud que tendremos « en cuidar con amor de la vida de las familias ».(Amoris laetitia, 7).

El Papa Francisco hace un llamado a nuestro discernimiento frente a las situaciones que no corresponden a lo que el Señor nos propone  (cf. Amoris laetitia, 6) y nos exhorta en esas situaciones a probar la misericordia. En mi opinión, esto significa que todos estamos, en primer lugar, invitados a hacer nuestro examen de conciencia para ver si vivimos lo que el Señor nos propone, en segundo lugar, debemos hacer todo lo posible para encontrar los medios y las ayudasen los dominios de lo humano y de la gracia, con el fin de reconciliar nuestras vidas y estilos de vida con el pensamiento de Dios. No se trata de adaptarla voluntad de Dios a la nuestra, sino todo lo contrario, se trata de hacer como la Virgen María que respondió al Ángel: « He aquí la esclava del Señor.  Hágase en mí según tu palabra ».(Lc 1,38).

José Jacinto Ferreira de Farias, scj
Consiliario Espiritual del ERI