Queridos amigos de los Equipos de Nuestra Señora.
¡Que el gozo y la paz del Señor Jesús esté en el corazón de cada uno de ustedes!
Nunca dejemos de celebrar. Todos los días, solamente el despertar trae consigo un motivo de celebración y de gratitud con nuestro creador. Un proverbio cuyo autor desconocemos dice “Una alegría compartida es doble alegría, una pena compartida es media pena”. Como lo vivimos hace pocos días en la Reunión Virtual del ERI y el Colegio Internacional, la celebración comunitaria es un bálsamo que, en la fuerza de la oración, nos insufla aliento para continuar el camino con alegría sintiéndonos acogidos, amados y apoyados por esta bella comunidad de los Equipos de Nuestra Señora que es un faro que nos conduce y nos guía.
El 18 de septiembre, los Equipos de Nuestra Señora conmemorarán el 24º aniversario de la muerte del Padre Henri Caffarel, fundador de nuestro Movimiento.
Es un día especial de oración, agradeciendo al Señor por él, por haber creado la pedagogía de nuestro Movimiento, pidiendo su intercesión en este momento difícil que atraviesa toda la humanidad, e implorando al Señor que lo canonice, porque ha sido un ejemplo de discipulado misionero, un profeta del matrimonio para nuestros tiempos, por la actualidad de su mensaje.
Pedimos a todos los miembros de los equipos que se unan en la oración, cada uno en el momento que más le convenga, y en el fondo de sus corazones, con toda su fe, para pedir al Espíritu Santo por todos los Consiliarios Espirituales, parejas y viudos/as de nuestro querido Movimiento, para que sigan siendo un signo de esperanza para nuestra Iglesia y para nuestra sociedad.
Oh, tú que habitas en el fondo de mi corazón…
Oh Tú que has puesto tu morada en el fondo de mi corazón,
Alabado seas Tú, Señor, en el fondo de mi corazón.
Oh Tú que has puesto tu morada en el fondo de mi corazón,
Yo me ofrezco a tu amor en el fondo de mi corazón.
Oh Tú que has puesto tu morada en el fondo de mi corazón,
Que surja tu alegría en el fondo de mi corazón.
Oh Tú que has puesto tu morada en el fondo de mi corazón,
Guárdame de todo mal en el fondo de mi corazón.
Oh Tú que has puesto tu morada en el fondo de mi corazón,
Hazme vivir de ti en el fondo de mi corazón.
Oh Tú que has puesto tu morada en el fondo de mi corazón,
Quiero lo que tú quieres en el fondo de mi corazón.
Oh Tú que has puesto Tu casa en el fondo de mi corazón,
Reúne el universo en el fondo de mi corazón.
Oh Tú que has puesto tu morada en el fondo de mi corazón,
Ábreme sobre el mundo en el fondo de mi corazón.
Oh Tú que has puesto tu morada en el fondo de mi corazón,
Glorifica tu santo nombre en el fondo de mi corazón.
Oh Tú has puesto tu morada en el fondo de mi corazón,
Abismo de luz en el fondo de mi corazón
Después de elevar esta hermosa oración que el compuso, reza por la canonización del Siervo de Dios Henri Caffarel.
Desde el fondo de nuestros corazones, imploramos al Señor por cada uno de ustedes y por sus familias.