Carta de Abril 2019

Padre Ricardo Londoño Dominguez

En medio de la abundancia de acontecimientos eclesiales durante el primer trimestre del año, quiero referirme a dos muy significativos: la JMJ Panamá 2019 y los 80 años de aquella memorable reunión que está en el origen de los ENS.
Tuve la providencial oportunidad de acompañar algunos grupos y comunidades de jóvenes participantes en la JMJ. Una experiencia valiosa e interesante que reaviva la fe de muchos, fortalece la de otros y ofrece, para algunos, la posibilidad de replantearse sentidos de vida.
La presencia del Papa Francisco y su palabra, despierta el entusiasmo de muchísimos creyentes y nos anima a todos en el camino de seguimiento al proyecto del Reino predicado por Jesús.
De entre los valiosos discursos pontificios quiero extractar algunas frases significativas: “No hemos inventado la Iglesia, ella no nace con nosotros y seguirá sin nosotros. Tal actitud, lejos de abandonarnos a la desidia, despierta una insondable e inimaginable gratitud que lo nutre todo.”- dice el Papa a los obispos centroamericanos cuando los invita a Sentir con la Iglesia. Una invitación que nos toca, de alguna manera, a todos los bautizados.
A los jóvenes en Metro Park les dijo: “Es imposible que alguien crezca si no tiene raíces fuertes que ayuden a estar bien sostenido y agarrado a la tierra.” Y, lo dijo, convocando a los mayores a cuestionarnos sobre lo que estamos ofreciendo a los jóvenes. Habría mucho más.
Pasando al segundo acontecimiento, la celebración de los 80 años de la primera reunión del Padre Caffarel y los matrimonios iniciales ha sido un momento muy emotivo y muy significativo en la vida de nuestro Movimiento.
Las noticias y las abundantes fotografías de miles de equipos a lo largo y ancho del mundo, nos muestran que la semilla que se sembró en 1939 ha ido produciendo fruto en los corazones y los espíritus de muchos matrimonios y sacerdotes. Y, al pensar en el esquema propuesto para desarrollar la reunión, vuelvo al Papa Francisco que, repitiendo unas palabras de san Oscar Romero, recordó: “El cristianismo es una Persona que me amó tanto, que reclama y pide mi amor. El cristianismo es Cristo”.
Ha sido hermoso constatar cómo en los diversos países se ha vivido esta conmemoración. Ha sido muy significativo hacer memoria agradecida de la obra de Dios a través de tantas y tantas personas que, desde el comienzo, han decidido tomar en serio el seguimiento a Jesucristo en un Movimiento de Iglesia.
Historia cargada de fe, de esperanza y de amor. Historia que se ha ido tejiendo en tiempos y lugares y que hoy puede reconocerse en esa gran familia que formamos todos los equipos del mundo. Ha sido conmovedor escuchar y recoger los innumerables testimonios de lo que ha significado en el seno del Movimiento, este bello acontecimiento.
Demos gracias a Dios que ha querido manifestarse para nosotros en algo tan concreto como la invitación a caminar hacia la santidad en los Equipos de Nuestra Señora. Que Él los bendiga.

Padre Ricardo Londoño Domínguez,
Consiliario ERI


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