Sin lugar a dudas, la pandemia ocasionada por el Covid19, ha cambiado muchas cosas en nuestras vidas. Cada persona, cada familia, cada institución ha buscado la mejor manera de adaptarse a las nuevas maneras de existir.
A nosotros, Equipos de Nuestra Señora, nos ha impulsado a buscar otras formas de comunicarnos, de ofrecer informaciones, de acompañar, de crear espacios de encuentro, de preocuparnos por la formación, etc.
También, el ERI, quiere encontrar los caminos más adecuados para hacerse presente en cada Super Región y Región para llevar voces de aliento, de compañía, de elementos útiles para la vivencia del carisma que nos congrega.
Por esta razón, el Correo ERI adquiere una nueva modalidad. Queremos que sea un elemento que contribuya a la formación de los equipistas creando un espacio que, manteniendo un hilo conductor, vaya desarrollando los temas fundamentales del ser y del quehacer del Movimiento. Que acompañe el progresivo desenvolvimiento de Orientaciones y temas de estudio que con el énfasis de cada período queremos brindar.
Y, lo aquello que se refiere a las noticias, actualidades y testimonios, llegará a los equipistas por medio del Boletín “#loin-mais-proche” que consideramos ha abierto nuevas vías de comunicación y actualización.
En los documentos fundamentales que apoyan la vida y el caminar de los Equipos, se habla del Carisma y de la Mística que nos caracterizan. La Espiritualidad Conyugal, “el arte de vivir en el matrimonio el ideal evangélico que Cristo propone a todos sus discípulos”, como el elemento carismático que el Movimiento propone y ofrece, nos abre la puerta de lo más genuino que aparece desde la fundación. Y, la certeza de que cada equipo se reúne en nombre de Cristo; cada matrimonio participante vive el amor fraterno en la cuádruple dimensión del saber dar, saber recibir, saber pedir, saber rehusar; y que cada miembro del Movimiento toma conciencia de ser un testigo de la presencia amorosa de Dios en el mundo. Todo esto lo vemos como la fuerza que el Espíritu ofrece a través de ENS a la Iglesia y a la humanidad.
Además de los matrimonios, en los Equipos están presentes los Sacerdotes Consiliarios Espirituales (SCE) y los Acompañantes Espirituales (AE). Unos y otros se enriquecen igualmente con la mística y el carisma. Porque, en la medida en que asumen su función ministerial dentro de los equipos de los que forman parte, experimentan la fuerza del Espíritu que anima y fortalece.
En este período de nuestro caminar nos hemos propuesto como la gran Orientación General: “No tengáis miedo. Salgamos”. Y, dentro de ella, queremos profundizar este año la mirada a la pareja cristiana como fermento renovador de la familia y la sociedad. Bajo estas premisas, siguiendo las peticiones permanentes del Papa Francisco, estamos llamados a encontrar que el servicio de acompañamiento y animación de los SCE y AE, no puede ser una pasiva asistencia a reuniones o eventos, sino que debe dinamizar el auténtico sentido de la “salida” que, sin temor, nos lanza a los nuevos horizontes de la evangelización en el siglo XXI. Muchos escenarios necesitados aguardan la presencia que fermenta y renueva. Presencia que nosotros hemos de animar y fortalecer.
Si leemos adecuadamente el llamado que hemos recibido de parte de los matrimonios de nuestros equipos, sabemos que nuestra misión está enriquecida por la presencia testimonial de nuestros hermanos y que nuestra participación en la vida y la actividad de los matrimonios equipistas adquirirá un sentido más profundo y auténticamente pastoral.
Que sea el Buen Pastor quien con la luz y la fuerza de su Espíritu nos permita no ser inferiores a nuestro ministerio.
Ricardo Londoño Domínguez,
consiliario espiritual
→ Leer la Carta del ERI Abril 2021
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