Misa con el Padre Ricardo Londoño en Facebook

El sábado 20 de marzo, el Consejero Espiritual de la ERI, P. Ricardo Londoño, celebró una misa en Bogotá, donde se encuentra en su casa para llevar a cabo la cuarentena como precaución debido a la pandemia mundial, y que fue transmitida vía facebook internacional.

Fue asombroso cómo él y todo el ERI se unieron en oración a miles de miembros de los Equipos de Nuestra Señora de todo el mundo.

Las nuevas tecnologías y las circunstancias de la historia de la humanidad que nos toca vivir, en una época que ha marcado positivamente a todos. ¡Alabado sea el Señor!

Aquí está la homilía del Padre Ricardo Londoño.

 


Homilía para la celebración del Cuarto Domingo de Cuaresma 22 de marzo de 2020

 

Aunque los textos de la Palabra de Dios son, en este domingo, especialmente ricos en contenido y enseñanzas, quiero poner delante de nosotros la pregunta de los discípulos a Jesús. “Maestro, ¿quién pecó, éste o sus padres, para que naciera ciego?” Y quiero tener ante los ojos esta pregunta porque es la pregunta que hoy se hacen y nos hacemos, millones de personas ante la situación que vivimos. Un pequeñísimo virus que apareció hace unos meses y que se ha multiplicado hasta casi el infinito, ha puesto a temblar el mundo y ha transformado todas las realidades humanas: las relaciones interpersonales, la política, la economía, etc.

 

Es la pregunta permanente frente al sufrimiento humano, frente al dolor, a la enfermedad, a la catástrofe, a la tragedia. Buscamos una razón, un motivo o una culpa. ¿Por qué? ¿Por qué? ¿Por qué a nosotros? Y la pregunta se dirige, con mayor frecuencia a Dios mismo. Buscamos, razonamos, nos esforzamos por comprender y conocer, pero la causa, la razón o la culpa no aparecen. Tratamos de saber, explicar o entender y nos quedamos siempre sin una respuesta satisfactoria.

 

Para los seres humanos el sufrimiento carece totalmente de sentido. Aún más, en la respuesta que Jesús ofrece a sus discípulos, tampoco encontramos satisfacción. Hay algo que queda en la penumbra, que no logra aclararse. Solamente que esa ceguera no se debe a un pecado ni de él ni de sus padres; pero la acción de Dios deberá manifestarse en él. Y, Jesús se presenta como la luz. “Mientras que estoy en el mundo, yo soy la luz del mundo.”

 

Y, nosotros, tenemos necesidad de esa luz. Hace falta que Él nos aclare qué es lo que está sucediendo. Porque nosotros, seguimos preguntando, interrogando y buscando dónde y en quién está la culpa; dónde y a través de quien, nos llegará una explicación, una respuesta, una solución.

 

Seguiremos siempre tratando de explicarnos el mal y lo malo. Filosofías, religiones, teologías, ciencias humanas y ciencias puras, seguirán intentando y seguirán buscando. Pero no aparece algo satisfactorio. El misterio permanecerá. Nos queda, la confianza en que Jesús, la Luz del mundo, ha de ofrecernos un camino y un sentido.

 

Fue esa la experiencia de quien, desde su ceguera, se encontró con Jesús y su vida entera dio un vuelco. No solamente recuperó la posibilidad de ver físicamente, sino que, al lavarse, se le abrió un camino nuevo. Es nuestra comprensión de la gracia bautismal que, a través de la Iglesia vivimos. El bautismo, nos abre un camino novedoso y comprometedor en la medida en que lo tomemos en serio.

 

Hoy, hay demasiada tiniebla a nuestro alrededor. Aún más, nuestras costumbres, hábitos y compromisos de fe, se ven frustrados. Nuestros templos se encuentran cerrados, nuestras comunidades no pueden reunirse y, sin embargo, seguimos llamados a ser luz para otros. Lo que Dios ha realizado en cada uno, debemos compartirlo y participarlo. Nuestro servicio, nuestra compasión, nuestra misericordia, han de convertirse en luz para nuestros hermanos que sufren, para aquellos que viven con más intensidad, el dolor.

 

Jesús es la luz del mundo y quiere seguir siéndolo por medio de cada uno de nosotros. Por eso, pidámosle que nos ayude a iluminar con Su presencia, el camino de todos los que, en esta época dolorosa, están sufriendo y preguntándose sobre el sentido de lo que acontece. Que así sea.