¿Para qué casarse?

Las uniones de hecho, cuyo número ha aumentado progresivamente, se basan en una falsa concepción de libertad de escoger de las personas y en una visión totalmente privada del matrimonio y de la familia.  El matrimonio no es un simple pacto de vida en común sino una relación que tiene una dimensión social única con respecto a todas las otras puesto que la familia responsable del cuidado y la educación de los hijos, se presenta como el instrumento primordial del crecimiento integral de toda persona y de su inserción positiva en la sociedad.

La puesta eventual en un pie de igualdad de la familia y las “uniones de hecho” en el plano jurídico, se traduciría en un descrédito del modelo de la familia que no se puede realizar en una relación preciaría entre las personas, sino únicamente en la unión permanente engendrada por el matrimonio, es decir por el pacto entre el hombre y la mujer fundado en una decisión recíproca tomada libremente, que implica la plena comunión conyugal orientada hacia la procreación. …. La solidez de la célula familiar es un recurso determinante parala calidad dela vida social en común.

(Compendio de la Doctrina social de la Iglesia 227)