Carta de junio 2023

Pd. Ricardo Londoño Dominguez

La internacionalidad de los Equipos de Nuestra Señora

 

Hace dos años el ERI sacó a la luz el libro “Desarrollo e internacionalización del Movimiento de los Equipos de Nuestra Señora” y quiso con esta publicación ofrecer al conjunto de los equipistas una visión general de la expansión del Movimiento a lo largo del tiempo y del espacio y acompañarla con algunas reflexiones sobre la formación y los fundamentos básicos de la vida y el desarrollo de los ENS.

Con acierto, en la Introducción se recordó la alegría del Padre Caffarel al mirar el crecimiento de los ENS en Brasil e, igualmente, se hizo la mención de su preocupación por que la veloz extensión del Movimiento no disminuyera el empeño por una profunda y seria formación.

Cuando contemplamos lo que ha sucedido en el transcurso de los años desde 1939 podemos darnos cuenta de cómo, año tras año, los ENS han ido cubriendo la geografía de nuestra Casa Común. La publicación del ERI habla de las “ondas expansivas” en el aumento de presencia y participación (Entre 1939 y 1959, 20 países; entre 1960 y 1969 otros 9; entre 1970 y el final del siglo XX se sumaron otros 22 y en lo corrido de este siglo vemos 33 países nuevos).

Son ya más de 90 los territorios nacionales que cuentan con la presencia de los Equipos. Una cifra respetable y significativa.

Pensar en esta dimensión internacional nos lleva a replantearnos una vez más el sentido de lo que estamos viviendo y de lo que estamos haciendo. Porque no se trata de pensar en cómo convertirnos en propagandistas con ansias de presencia en muchos lugares, tampoco de hacer de nuestro Movimiento un grupo de proselitistas ansiosos de cubrimiento desaforado de territorios. No. El sentido de la internacionalidad ha de ser fundamentalmente la preocupación permanente porque el don de la Gracia de Dios que se hace presente en la vida de las parejas por medio de los Sacramentos, pueda ser apreciada y vivida por más matrimonios en el mundo.

De aquí que la preocupación de nuestro fundador ha de convertirse en inquietud constante de todos nosotros. Un crecimiento cuantitativo debe ir acompañado necesariamente de una mayor y mejor formación. Ha sido un anhelo consciente del ERI el que la formación permanente de los equipistas ocupe un lugar destacado en su labor.

La internacionalidad, característica que responde a la catolicidad de la Iglesia, ha permitido apreciar cómo en culturas variadas y países diferentes vemos aparecer los intereses, cuidados y problemáticas comunes a la realidad de la vida de las parejas. La internacionalidad enriquece la experiencia, el conocimiento y la diversidad. Implica reconocer que, a pesar de las diferencias que puedan aparecer, compartimos un carisma común y nuestra vocación repercute en otros horizontes. En la internacionalidad nos enriquecemos todos.

Y, es bueno tener presente que, desde sus orígenes, no se ha pensado en una especie de “federación” de grupos en diversos lugares o de autonomías nacionales asociadas, sino en mantener la unidad de un solo Movimiento en la riqueza y diversidad de las naciones. Y, además, se ha visto que eso ha sido posible y laudable. Por esta razón, la dimensión internacional fomenta la unidad y hace crecer el sentido de pertenencia a la Iglesia de Jesucristo y a los Equipos de Nuestra Señora. Mientras se mantengan fielmente el carisma, la mística y la pedagogía propios, se puede garantizar esa unidad en la multiplicidad de lugares, lenguas y culturas.

Una característica de nuestra internacionalidad y una muestra del deseo de intercambio entre equipistas de diferentes orígenes es la institucionalización de los Encuentros Internacionales. Lourdes, Roma, Fátima, Santiago de Compostela, Brasilia… han visto llegar miles de equipistas de distintos lugares a los respectivos encuentros sexenales.

Será la ciudad de Turín, en la encantadora Italia, la que el año entrante se convierta en la sede de nuestro Encuentro Internacional. Una nueva oportunidad de experimentar ese sentido propio de unidad en la internacionalidad de los Equipos de Nuestra Señora.

Quiera el Señor que podamos vivir con fe, esperanza y amor el entusiasmo de compartir juntos la opción de vida y los testimonios de otros hermanos del mundo.

                                                                                              

Ricardo Londoño Domínguez,
consiliario espiritual

 


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Thérèse & Antoine LECLERC -Francia