Desde el llamamiento del padre Caffarel en 1960, los Intercesores, en comunión de oración, se han extendido. Esta apertura al mundo, unida a la de los Equipos de Nuestra Señora, se ha ido estructurando poco a poco. Durante varios años se llevó a cabo una profunda reflexión dentro del Equipo de Animación de Intercesores. Condujo, por una parte, a la creación en 2018, durante la Reunión de los Equipos de Nuestra Señora en Fátima, de un Equipo Internacional para la Animación de los Intercesores, el EIAI; y, por otra parte, a la celebración en 2020 del 60º aniversario de los Intercesores:
- Edición de una Historia de los Intercesores.
- Creación de un nuevo logo.
¡Fratelli tutti! Como nos recuerda el Papa Francisco en su encíclica, somos «todos hermanos» en Cristo, en la misma comunión de oración, intercesión, fraternidad, corazón y espíritu. Vivir por el Espíritu de intercesión es una fuerte llamada a ser cada vez más discípulos de Cristo, que murió y resucitó por nosotros, amando a Dios con todo nuestro corazón, con toda nuestra alma, con toda nuestra mente, y a amar a nuestro prójimo como a nosotros mismos.
Las dos manos abiertas nos llevan a esta comunión fraternal de oración, en la apertura del corazón, hacia el prójimo (cercano o lejano).
La cruz de Cristo nos vuelve a centrar en Aquel que es el Camino, la Verdad y la Vida.
El lema Velad y orad – Mt 26:41 – es una fuerte petición de Cristo en la noche de Getsemaní: Velad y orad para no «caer en la tentación». La oración en el corazón de nuestra fe.
Aude y Olivier de la Motte, matrimonio responsable de los Intercesores Internacionales
8 de diciembre de 2020, Fiesta de María Inmaculada Concepción
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